Nuestros cruces no serán los mismos después del COVID-19. La pandemia dejó al descubierto las debilidades de la relación binacional. A pesar de esto, el contexto es favorable para construir una relación más efectiva en forma más rápida. Hay que cuidar que el excepcionalismo y unilateralismo americanos y la pasividad mexicana obstaculicen lo menos posible nuestra colaboración. Mientras que las cadenas productivas tendrán una evolución positiva en muy poco tiempo, el flujo de viajeros pasará por un período más prolongado de estabilización.